Te enseño dónde estoy desarrollando mi web: la cubierta del GoOn, el velero en el que recorro el sur del Dodecaneso desde hace meses.
No sé si sabes que has llegado a una doble puerta.
La primera da a este blog, en el que encontrarás reflexiones sobre mi forma de entender el mundo narrativo, sobre la delicadeza como actitud y modo de vida y sobre los procesos que hacen posible la existencia de un tipo de relatos creados por alguien que ama lo que dice.
Hasta este momento he utilizado los blogs como cuadernos de bitácora virtuales. Como verás en los links que comparto al final del blog, gran parte de ellos tienen que ver con el agua, por eso, los suelo denominar “los caminos del agua”. Encontrarás en esos enlaces relatos sobre el mundo que se descubre a tus pies cuando decides caminar un río, del nacimiento a la desembocadura, como hice yo con el Ebro, o aquel que se dibuja en la línea del horizonte cuando la decisión es vivir en un velero ya clásico, el GoOn. Leerás qué sucede cuando te conviertes en la marinera del primer barco que cruzó el Atlántico empujado exclusivamente por la energía solar o decides envolver con un hilo de seda el perímetro de Mallorca y lo haces a pie con cientos de capullos de seda en tu mochila.
Narrar con delicadeza implica mostrar lo infinitamente hermosa que puede ser la realidad, con todo el dolor que pueda concebir y todas las sombras que llegue a desplegar a su paso. En cada uno de mis cuadernos de bitácora expreso uno de mis deseos más profundos: viajar para desnudar el mundo a través de los relatos.
Pero este post tiene una segunda puerta, la que da a la página web que tengo en marcha. Es el primer paso para su puesta en escena. He decidido convertir Producciones Orgánicas en un sello dedicado exclusivamente a mi trabajo audiovisual y crear lo que ahora se da en llamar mi propia “marca personal”.
Si expresar tu mundo y tus propuestas en lenguaje transmedia es complicado, en mi caso es todo un reto. La que anima y defiende la narrativa con delicadeza debería de ser capaz de tener una web bien narrada y, además, capaz de expresar la delicadeza ¿No te parece?. ¡Qué difícil puede llegar a ser lo más lógico! Pues bien, ¿No dice el refrán que el movimiento se demuestra andando?, pues he decidido compartir mi proceso. ¡ea!.
Mientras esté desarrollando mi nueva web iré compartiendo el proceso en este blog, ese es mi compromiso.
Si eres una empresaria, profesional independiente, artista… que está creando su propia web y quieres contar en ella las historias que más te importan, quizá te interese mi camino y podamos compartir trayectos. Ya me dirás.
La “delicadeza” narrativa no sólo tiene que ver con el lenguaje o con el tema que se aborda, sino con el proceso narrativo, de modo que verás cómo, en cada paso, cuido cómo hago las cosas.
Pues bien, te recomiendo un primerísimo paso: busca inspiración en aquellas personas que ya han pasado por este proceso y, si te interesa su resultado, intenta copiarlo. Sí, he dicho COPIARLO, no plagiarlo. Aprender por imitación te enseña sobre tus limitaciones, capacidades y necesidades. Esto tiene un doble reto: la persona que te inspire ha de dejarse copiar, es decir, ha de entender que el conocimiento no se posee sino que, como mucho, te ilumina.
Yo estuve mirando muchas webs de escritoras, escritores, storytellers (sobre todo de EEUU), narrative coachers (di con algunas propuestas en Italia y en el norte de Europa) pero no logré identificarme con ninguna de sus propuestas visuales. Honestamente, me parecían aburridísimas. Las de cantantes y músicos/as, me resultaban mucho más divertidas pero el problema es que no pertenezco al mundo de la música, a lo máximo que llego es a soplar el saxo e intentar que las notas no salgan desafinadas. Así que hice un mix: asumí que soy una narradora con delicadeza ¡y alma de cantante de jazz! (¿algún problema?), me hice mi propia colección de links y busqué a alguien al que conociera personalmente, cuyo mundo me interesara, que me hubiera ofrecido sus conocimientos con generosidad y que por supuesto, tuviera una web.
Aunque parezca mentira, tardé un tiempo en darme cuenta que la tenía al lado: era Maria Gómez, experta en Marca Personal, una mujer inspiradora en mi vida cotidiana. Me asomé a su web y empecé a copiar la claridad de sus propuestas, la facilidad a la hora de navegar por ella, el uso del logo, comprender la importancia de los colores (conozco a María y realmente son los que definen su forma de moverse por el mundo y, por tanto, profesionalmente)… y a base de repetir sus trazos fui encontrando los míos. Gracias María.