No se puede narrar lo que no se puede sostener

El sábado pasado comenzó la experiencia narrativa en Manacor, con el apoyo de Trentanou escalons cinemaclub y el departamento de cultura de la localidad . La propuesta tiene como título genérico «retratar lo invisible».

Que existan 10 personas decididas a dedicar una mañana de su vida a hacer algo tan loco como representar aquello que no tiene forma es excitante. Me moría por conocer sus caras, tocarles, mirarles a los ojos y reconocerles como tribu.

Esta no es una experiencia que prometa resultados tipo: «¿necesitas superar tu miedo a desear?, ven a mi clase y desearás a 300.000 kms/segundo». Es decir, no parte de la falta o del miedo ni promete soluciones. Para empezar, no es una clase, es una experiencia dirigida a personas que quieren crear. Es decir, hacer magia: que allí donde no hay exista algo y a ser posible armónico.

Deseo, éxtasis, ausencia. Todos nuestros vínculos conocen estas tres fases.

He dividido el encuentro en 3 partes, que son las tres partes en las que la cultura occidental divide la mayoría de sus relatos: el deseo, el éxtasis y la ausencia, que son nada más y nada menos que las «sombras» de lo que en clases narrativa convencional se conoce como: presentación, nudo y desenlace. Aseguro que después de tantos años de narrar, esa tríada me parece aburrida y, por la forma que tenemos de usarla, una fábrica de corsés en las que metemos a todas las personas que quieren narrar el mundo, sobre todo de manera profesional.

Dividí la clase en una introducción y luego tres propuestas visuales en las que las preguntas no necesitaban ser técnicas, de hecho, cuanto menos técnicas fueran, mejor. El reto consistía en sentir si se sentían capaces de sostener una pregunta durante 15 minutos y dejar que ella te llevara a un lugar inesperado. Les propuse tres aspectos del deseo. No les mostraba imágenes de otras personas artistas que ya encontraron su solución.

Se trataba de quedarse a solas con una pregunta creativa con sentido. Esa es la gran diferencia entre el proceso creativo narrativo del proceso creativo en general: un relato siempre tiene un trasfondo de sentido, incluso cuando sólo se desee jugar o hacer hablar al inconsciente. El sentido no tiene por qué estar ligado con la voluntad. El camino creativo puede utilizar como guía una intuición, un impulso, una contradicción.

Les propuse trabajar con lo que no sabían.

Porque las personas creativas tenemos muchos trucos, callejones que nos llevan a lugares conocidos y soluciones no arriesgadas.

Les propuse asomarse a sus límites y darse cuenta que son puntos de encuentro, por eso puede llegar a asustar tanto el acto del deseo: nos acerca a la posibilidad de que no se cumpla, de que nos hiera, de que se nos muera, de que nos rechacen… pero también puede ser la oportunidad para un descubrimiento, un juego, una experiencia inesperada….

En eso consistió el trabajo, en sostener, en acunar durante 15 minutos de tu vida, en solitario, aquello que quieres narrar. Y dar la oportunidad de que salga a la luz lo verdaderamente nuevo. De lo contrario, la belleza será un refugio en el que esconderse, un alimento para el artista… pero no habrá entrega. Y nuestro planeta no necesita más obras que satisfagan a quienes las hacen o quienes las gocen, sino también, una armonía que «sane» a quien toque (el/la artista que realmente toca es aquel/la que se deja tocar). Esa es mi propuesta. En la imagen que acompaña este post vuelve a aparecer Bill Viola, para mí uno de los narradores vivos más delicados, verdaderos y «saludables» que existen en el panorama artístico internacional.

A partir de estas experiencias vividas en clase, las personas que participan en las mañanas de Manacor, tienen toda esta semana para dialogar con la belleza. Tengo ganas de que me cuenten qué ha sucedido en estos días. El último ejercicio que les propuse era realmente para valientes: convertir su rostro en un agujero expuesto en el espacio público. Ser objeto, puro objeto y acunar durante 15 minutos esta búsqueda y observarla.

Entenderéis por qué estoy deseando que llegue el próximo sábado.

En eso consistió nuestro primer encuentro. Acuné miradas. Les ví buscar, quedarse en silencio. Eran seres tan bellos…

Además, en 6 días abordaremos el éxtasis, la plenitud, deshacerse, abandonase, la cadencia, dejarse tocar por las sombras….

Ah. Los sentidos vendrán a jugar.

Qué gusto!!!