¿Imaginas una editorial de libros bondadosos (y bellos)?

Martha-Zein-Cuadernos-de-bitácora-Mediterráneo-de-vientos-y-diosas

Al fin he dado un paso largamente acariciado: he creado mi propia línea editorial. Lleva el nombre de Producciones Orgánicas, el sello con el que desarrollo desde hace años mis obras más personales. La estreno con este primer libro: “Mediterráneo de vientos y diosas”, el primero de la colección Cuadernos de bitácora, una de las tres que he puesto en marcha junto con Cuadernos de diálogo y Diccionarios Tiernos.

El libro se inscribe en el género de relatos de viajes. En él abordo la travesía en la que enlazamos dos rincones de Grecia: el Peloponeso continental con el referente de la civilización minoica, la isla de Creta. Con el Meltemi como invitado invisible a bordo del velero GoOn, el trayecto enlaza el Mediterráneo de los náufragos, de los buques de guerra, los cruceros y yates de lujo, con aquel mar ancestral en el que nuestros antepasados ordenaban el mundo de otra manera. Ola tras ola me acerco al tiempo en el que honrábamos los ciclos de la vida y de la muerte y venerábamos a las diosas, que encarnaban la fertilidad del gran útero de la madre tierra. Con él hago realidad mi deseo de crear una editorial sencilla y delicada, con tiradas pequeñas, casi personalizadas, sólo para aquellas personas a las que les guste pasar las páginas, tocar los textos, olerlos… Y en ella me planteo publicar libros que logren enlazar la bondad y la belleza, hechos con mimo y respeto.

Libros capaces de acunar relatos

“Mediterráneo de vientos y rosas” abre una colección en el que se darán cita los relatos nacidos durante mis viajes conscientes, frutos de la contemplación del mundo y mi implicación con la naturaleza.

Si me he lanzado a esta aventura es porque cuando narro tengo presente el objeto que sostendrá el relato y lo imagino como si fuera capaz de acunar lo que cuento. Inconscientemente escribo pensando no sólo en las imágenes que pueden acompañar a las palabras sino en texturas, en formas, colores… Quienes aman cocinar lo entenderán fácilmente: hay personas que, cuando guisan un manjar, llegan a preguntarse cómo lo recibirá el comensal, cómo llegará a su plato, de qué manera despertará su apetito y cuál podría ser la mejor manera de lograr perturbar su paladar con la suma de los sentidos.

Esta particular sinestesia narrativa ha encontrado fácil cauce en mi faceta como autora de documentales (el lenguaje audiovisual está absolutamente integrado en nuestro imaginario) pero en el mundo de la escritura el asunto es más complejo, entre otras razones porque las leyes del mercado devoran la creación editorial.

Pero aquí estoy. Ha llegado el momento de dar el paso. No sólo seguiré escribiendo ensayos para disfrutar de la fertilidad de los cauces de las grandes editoriales o editoriales independientes, sino que voy a dar luz a relatos que nacerán con la delicadeza alegre de un arroyo. Y aquí está mi primer libro y mi primer acompañante.

La delicadeza de Diego

“Mediterráneo de vientos y diosas” ha nacido de la mano de un diseñador gráfico y director de arte exquisito: Diego Lara. Cuando me asomé a su obra me impresionó cómo  Diego era capaz de expresar la delicadeza y sutilidad que le constituye y plasmarla en formas, texturas, tipografías… ¿Cómo podía ser que percibiera el ritmo, el sutil sentido del humor y, sobre todo, el silencio, en aquella revista o aquel libro o aquel tejido? Soy capaz de entusiasmarme cuando lo detecto en un lienzo o en una pieza musical pero es muy difícil “comprender” el alma de un libro. Quien se asome a su web  (www.diegolara.es) quizás pueda disfrutar de la misma experiencia. En ella muestra los trabajos más abiertamente relacionados con el diseño, mientras que en www.sketches.diegolara.es comparte sus creaciones más artísticas.

“Mediterráneo de vientos y diosas” forma ahora parte de su obra. El relato que concebí mecida por un mar tan inmensamente azul como foso, frontera y costa explotada que es, resuena con la sensibilidad tipográfica y el ritmo visual de Diego y eso me conmueve.  Nada en este libro es casual.

El Mediterráneo es azul cyan

El resultado es un relato dividido en 13 capítulos escrito que crece a lo largo de 156 páginas impresas en papel Coral de color natural. La tipografía en la que leerás los títulos (“Para qué vale una isla”, “Mil comillas de espuma blanca”, “La invasión de los zombies-turistas”, “Hacer el amor bajo los bombarderos”, “La isla del viento y las mujeres-pájaro”, “Dragones y leprosos, besos con lengua”, “¿Cuánta sed puede aguantar una isla?”, “Esos paraísos que construye el mercado”, “Inventemos el viaje de vínculos”, “Homenaje a los médicos rurales”, “Septiembre señala las heridas del Mediterráneo” “El volcán, vulva gigante”, “La isla de los que se van y los que se quedan” y “Alcanzamos los colmillos de la bestia”) se conoce como GT Sectra, un tipo de letra diseñada por por tres autores (Marc Kappeler, Dominik Huber y Noël Leu) para las que hemos elegido el color que reina en el Mediterráneo, el azul cyan.

Cuando lo hojees y leas “Mi cuaderno de bitácora no es como el de los capitanes, entre otras razones porque soy una simple marinera y no necesito situar las coordenadas de donde me encuentro o a donde llego. Mi navegación es de retaguardia, allí donde se escucha y acompaña a las olas” o “El Meltemi nos había escupido en el puerto veneciano de Hania a 30 nudos por popa. Era evidente que llegábamos para quedarnos” o “Sobrevuelan las máquinas de guerra, escupo huesos de cereza y me pregunto exactamente dónde estoy”, tus ojos estarán acariciando unas letras diseñadas por Laurenz Brunner a las que llamó Akkurat.

Libros que no se adueñen de tu bolso

Cada hoja que pasen tus dedos tiene un grosor de 90 gramos, salvo la cubierta, que casi lo triplica: 240 gramos. Además, es un papel diferente, Pop’Set, de color vainilla, lo que implica que el libro no sea rígido. En cuanto al tamaño, cada ejemplar mide 130 x 210 mm, es decir, es de esos ejemplares que puedes llevar en el bolso sin que se adueñen de su interior que puedes abrirlo sin que se te despeguen las hojas porque están ligadas con una encuadernación rústica fresada. Esta encuadernación también se denomina “encolada a la americana” porque se utilizó de forma masiva en EEUU a finales del siglo XIX para encuadernar libros de bolsillo y cómics.

Y como detalle final: cuenta con solapas (de 110 mm). Me encantan las solapas, son como salones privados a los que se asoma la persona que escribió el texto para hacer un guiño a su lector. Allí te espero.

Postdata

El próximo ejemplar que publicaré corresponde a la colección Cuadernos de diálogo. Se trata de unas libretas muy particulares en las que abordaré esos asuntos que suelen generar conflicto con la intención de apuntar aproximaciones que nos permitan convertir la confrontación en diálogo. El primero que saldrá a la luz toma como referencia el que ofrezco de manera gratuita en pdf “Esto no es la guerra. Feminismo, Machismo, Patriarcado… Más allá del lenguaje inclusivo” (lo puedes encontrar en mi escaparate). El ejemplar en papel contará con espacios para que quien lo tenga lo utilice no sólo como libro sino como cuaderno en el que pueda expresar sus opiniones, responder preguntas e interactuar con las propuestas.

Si te interesa saber de qué va la tercera colección (Diccionarios Tiernos), puedes asomarte a mi página en Facebook y buscar las palabras que he ido desglosando a lo largo de los últimos dos años bajo el título “Diccionario Tierno para Personas Viajeras”.