“Cuanto más damos, más recibimos de la vida”

M.M.G. tiene sólo un sí fácil. Lo otorga cuando el feminismo, el cuidado de la lengua y de la cultura se dan la mano. Se trata de un sí amplio, un sí a la posibilidad de “avanzar, de manera positiva y pacífica, en los derechos de las personas de cualquier procedencia y condición”. Su manera de aportar granitos de arena a la playa de una cultura que todo el mundo pueda compartir es a través de poemas, conferencias, investigaciones, presentaciones de actes, pregones, gestión cultural…

“Lo he hecho siempre desde el corazón, agradeciendo la oportunidad que la vida me proporcionaba en cada ocasión, con la consciencia de ser una persona afortunada por poder llevar a buen fin lo que me agrada, por poder mostrar cuáles son los valores que amo y podemos compartir con todo aquel que lo desee. Porque creo que el camino es el amor hacia un valor o una causa justa, un amor que se contagia por la pasión que cada persona pone y poco a poco se extiende como una balsa de aceite, que todo lo impregna y que a la vez nos beneficia a nosotros ya los demás, que no perjudica a nadie”.

A dónde lleva el camino del cuidado de la lengua, la poesía, la tierra y el feminismo

este camino del cuidado de la lengua, la poesía, la tierra o el feminismo, M.M.G. ha terminado colaborando con grupos afines (como el Col·lectiu de Dones de Llevant, l’ Associació d’Amics de la Institució Alcover o l’Obra Cultural Balear de Manacor) y trazando vínculos de valores humanos y culturales con sus alumnos. Lo hace como parte de su cotidianidad, con la naturalidad con la que se engarzan los actos saludables: “Siempre hay iniciativas en marcha que se van encadenando para dar sentido y alegría a mi día a día, por eso me considero profundamente afortunada y me siento muy agradecida a las personas que me rodean y me tienen presente para poder colaborar con ellas de alguna manera”.

En el trayecto genera vínculos sólidos, por ejemplo, es miembro de la Associació d’Amics de la Institució Alcover “porque la asociación trabaja desde hace años por la cultura popular y porque mantiene vivas las rondallas y la figura de su autor, Antoni M. Alcover”. Si apoya a l’ Obra Cultural Balear de Manacor y, por extensión, de toda Mallorca, es porque “han trabajado en positivo durante muchos años para hacer presentes la lengua y la cultura de nuestras islas en el día a día”. En esta línea de reconocimiento también incluye al Col·lectiu de Dones de Llevant no sólo por lo que le ha aportado como persona sino “por todo lo que han ayudado a cambiar nuestro pueblo y todo Mallorca en relación a la defensa y promoción positiva de las mujeres”.

Formar parte de la cadena de sembrar y recoger

Pudiera parecer que este sí fácil la fuera a llevar al agotamiento o al sacrificio, pero el efecto es el contrario. “Gano mucho más de lo que yo puedo aportar: alegría, satisfacción personal, la emoción y el sentimiento de poder compartir lo que me gusta y todo junto me hace sentir muy satisfecha conmigo misma y con los demás. Yo creo que cuanto más damos, más recibimos de la vida, es como una cadena: vamos sembrando y recogemos los frutos en forma de amistades y de alegrías”.

“Es muy necesario sembrar y labrar la tierra de la defensa de los derechos de las mujeres y de los hombres, y el cuidado de las raíces lingüísticas y culturales, pues son las inestimables herramientas de las generaciones que nos han precedido. Aprovechemos la sabiduría de los abuelos y las abuelas para crecer como personas y como pueblos”. Este deseo está en clara relación con el umbral que le agradecía atravesar: el de los miedos.

“Tenemos miedo de las personas que son diferentes de nosotras, tenemos miedo de cambiar las cosas porque no sabemos qué pasará. Yo tengo ganas de ser valiente y de intentar emprender cambios en mi vida y, si es posible, que se extiendan a mi familia, mi entorno y mi pueblo y así, todos juntos, poder mejorar el mundo”.

Formar parte y burlar el miedo

Si quisieras mostrar tu gratitud a alguna entidad, iniciativa, plataforma, asociación… situada en Mallorca por su forma de cuidar el bien común, asómate a la página en facebook La mar de abrazos. Punto de Encuentro. Allí podrás plantear dónde te gustaría sembrar una flor de gratitud y por qué.

Esta iniciativa contribuye a transformar nuestra imagen del mundo. El planeta necesita ser contado de manera saludable. Cultivemos el relato de ese futuro en el que queremos habitar. 

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